Navegación prehispánica

La navegación prehispánica de altura permanece en tela de juicio. En cuanto se ha escrito hay mucho de leyenda o tradición. demasiadas conjeturas en torno.

La navegación de cabotaje, en cambio, no puede objetarse. Las rutas del tránsito mesoamericano deben haberse ayudado en innúmerosos momentos del transporte por vía marítima o fluvial.

Mayas

Los mayas practicaron la pesca, fabricando canoas ahuecando grandes troncos de árbol, y concertan un extenso comercio tanto terrestre como fluvial y marítimo, alejándose todavía más al sur de donde levantan sus metrópolis.

El comercio a larga distancia, era no privativo de los mayas pues los mexicas también lo acostumbraban, perdura gracias a la existencia de focos de localización en las transacciones, a los cuales se denomina puertos de intercambio, se localizaban en pueblos o ciudades cuya función específica radicaba en servir como sitios de reunión a los comerciantes extranjeros.

La palabra puerto, en el sentido empleado, no implica obligadamente sitio ribereño, aunque por lo común así es.

Asentados sobre todo en las lagunas y los ríos, o sobre el área de los golfos, en el caso de los mayas van extendiéndose hacia el oeste desde Yucatán sobre el Golfo de México, y hacia el este hasta el de Honduras y aun puntos más meridionales.

la bahía de Chetumal el era punto de embarque para el comercio ultramarino y para recibir productos del interior. El comercio maya era pacífico, de carácter puramente económico, sin pretensiones de expansión territorial.

¿Qué comerciaban?

"Yucatán produce plumas de ánades, grana, cera, miel, algodón, henequén, copal, pedernal, pescados secos o salados, mantas tejidas, sal y otros muchos productos alimenticios, entre ellos el maíz y el fríjol.

A su vez importaban objetos de jade, cristal de roca, obsidiana, azófar, cobre, oro, cacao, concha y algunas otras materias y productos de los cuales carecian.

De Guatemala exportaban las plumas de quetzal, algodón, copal, liquidámbar, añil, jade, turquesa, lava volcánica, cerámica, chia y algunas cosas más.

De Honduras parte el alabastro, transformado en artísticos vasos labrados;

De Chiapas grandes cantidades de cacao, pieles, añil, turquesa, cobre, vainilla, plumas de quetzal, ámbar, almagre y sal.

De Belice la obsidiana, el copal y el cacao.

Mexicas

Así como los mayas utilizan para el comercio viajero a los ah ppolomyoc, los mexicas, establecidos en el altiplano, dentro de su organización social forman una clase, la de los pochteca, cuyos miembros caminan por todo México con la consigna primordial de intercambiar productos locales por extranjeros.

El imperio de los tenochca crece, aún cuando nunca penetra en regiones determinadas, infranqueables para ellos, como los reinos tarasco, tlaxcalteca y cholulteca. Pero desde la laguna central en que se instalan, una vez avasalladas las tribus ribereñas, acaparan la zona que abarca desde el río Pánuco hasta Acapulco y desde Zacatula hasta el Soconusco.

Olmecas

La cultura olmeca, desconocida hasta cierto punto, ofrece la perspectiva de utilización del medio acuático.

Ubicada en la cálida región costera que forma ahora la parte sur del Estado de Veracruz y la norte del colindante Estado de Tabasco en lo que podría llamarse su foco central, corresponde a un área mucho más amplia si se toman en cuenta sus limites aplicándolos a la expansión que los avienta hasta Pánuco hacia el norte y mucho muy al sur, hasta insinuarse en regiones pertenecientes hoy en día a Guatemala, El Salvador y Honduras.

La zona metropolitana queda comprendida, quizá con mayor exactitud, entre el Golfo de México por el norte, las primeras estribaciones de la sierra por el sur, el Papaloapan por el oeste y la cuenca del Blasillo Tonalá por el oeste.

Olmeca significa "habitante del país del hule". Se ha dicho que su superficie simula la Mesopotamia americana, con la variante de que si la Mesopotamia clásica se enfrenta a la tierra seca, ésta de los olmecas lo hace contra la selva y el agua.

Sus grandes problemas: la vegetación sofocante, las inundaciones periódicas, y los pantanos sin drenaje posible.

En este enjambre de ríos, lagunas y mar, el paisaje es húmedo y exuberante. La agricultura se da tan sólo en las márgenes de las corrientes fluviales y éstas, sin poderlo impedir, convierten sus trayectos en caminos.

El sitio más imponente construido al II por los olmecas, La Venta, se halla situado sobre una isla. De ahí que, con toda lógica, pueda y deba pensarse que "las grandes piedras fueron trasladadas desde lejos y de distintos sitios pues en el lugar no las hay, probablemente hayan sido acarreadas por la costa hasta la desembocadura del río Tonalá y luego haladas hasta la isla, mediante un trabajo organizado".

Contaban con un extenso comercio de navegación, con importación de productos naturales o materia prima, y exportación de objetos manufacturados. Todo parece indicar que las importaciones eran de un peso y tamaño muy considerable mientras las exportaciones consistían en objetos pequeños. Para estos movimientos sus caminos naturales, los ríos, se prestaban admirablemente, ya que los principales conducen de fuera del área olmeca hacia dentro.